El ministro de Interior, Darío Monteros, recibió al ex interventor de Juan Bautista Alberdi, Guillermo Norry, junto a su equipo técnico, en una reunión donde se realizó un balance de la intervención municipal y se destacó la continuidad institucional de cara a la asunción del intendente electo, Bruno Romano.

Monteros agradeció formalmente el trabajo realizado y subrayó que el municipio “queda en pleno funcionamiento en todas sus áreas: Gobierno, Obras Públicas, Seguridad, Hacienda, Desarrollo Social y cada una de las áreas".

El ministro destacó también que se entregan “cuentas ordenadas y recursos que permitirán al nuevo intendente continuar prestando los servicios básicos indispensables”.

Entre los avances mencionados se encuentra una de las obras más anheladas por los vecinos: el ingreso a la ciudad, paralizado durante años y varias gestiones. Gracias a gestiones conjuntas, la obra pasó de la órbita nacional a la provincial, que realizó un aporte superior a 3 millones de pesos para su reactivación. Se estima su finalización entre febrero y marzo del próximo año.

Finalmente, Monteros aseguró que el Gobierno continuará junto al nuevo intendente y al Concejo Deliberante en los desafíos que vienen.

Por su parte, el ex interventor Guillermo Norry agradeció la confianza recibida al ser designado al frente del municipio y expresó que se retira con la tranquilidad del deber cumplido.

“Cumplimos las dos premisas básicas del decreto: garantizar la institucionalidad y asegurar los servicios públicos para toda la comunidad”, sostuvo.

Norry remarcó que los principales logros estuvieron asociados a la ejecución de obras y, especialmente, a la recuperación de la seguridad: “Se realizaron numerosas obras con apoyo de la Provincia y, sobre todo, se devolvió la armonía y la tranquilidad al pueblo. Hubo una verdadera reconciliación entre los vecinos”.

“Hoy Alberdi tiene gobierno, tiene intendente, tiene concejo y tiene una esperanza”, afirmó Norry, aunque reconoció la limitación del corto tiempo de intervención: “Tal vez queda la tristeza de no haber llegado a todos los lugares que queríamos, pero nos vamos con la satisfacción del trabajo realizado”.

“Hoy los vecinos pueden caminar de noche por las calles. Antes eso no ocurría. Yo viví en Alberdi durante la intervención y nunca recibí una agresión. Al contrario, los vecinos me brindaron cariño y acompañamiento permanente” y dijo que “me voy conforme y orgulloso de un equipo técnico con mucha capacidad y profunda calidad humana”.