• Trabajo conjunto
  • Desarrollo Social renueva el convenio con las Adoratrices para la coordinación del dispositivo Santa Micaela

    El objetivo del acuerdo es diagramar un plan de acción que ordene las necesidades más urgentes a resolver, y a la vez aunar metodologías de trabajo conjunto en pos del bienestar de las mamás adolescentes que actualmente se alojan en el DCI.

    El ministro de Desarrollo Social, Federico Masso, recibió esta mañana al director del Dispositivo de Cuidado Institucional (DCI) Santa Micaela, Pablo Ivires, junto a la reverenda madre Marta Elena Trejo y a la hermana María del Valle Velardez, para rubricar el convenio marco que define acciones de trabajo mancomunado entre el gobierno Provincial y la congregación religiosa Hermanas Adoratrices.

    El ministro de Desarrollo Social, Federico Masso, recibió esta mañana al director del Dispositivo de Cuidado Institucional (DCI) Santa Micaela, Pablo Ivires, junto a la reverenda madre Marta Elena Trejo y a la hermana María del Valle Velardez, para rubricar el convenio marco que define acciones de trabajo mancomunado entre el gobierno Provincial y la congregación religiosa Hermanas Adoratrices.

    El objetivo del acuerdo es diagramar un plan de acción que ordene las necesidades más urgentes a resolver, y a la vez aunar metodologías de trabajo conjunto en pos del bienestar de las mamás adolescentes que actualmente se alojan en el DCI. También participó del encuentro la secretaria de Niñez, Adolescencia y Familia de la cartera Social, Graciela Sare.

    Al respecto, Masso expresó: “ha sido un honor recibir a las hermanas que conducen este hogar con gran vocación de servicio y enorme solidaridad. Renovar este contrato es muy importante para nosotros, porque cada vez que los visitamos nos emociona ver el trato que reciben las niñas y las herramientas que suman para afrontar la situación que les toca vivir y para su futuro”.

    Además, el ministro compartió la emoción por despedir a las hermanas que actualmente coordinan el lugar, ya que recientemente fueron designadas  a otra tarea religiosa, que sin lugar a dudas desempeñarán con el mismo compromiso que lo hicieron en el DCI.

    Por su parte, Sare manifestó: “La comunidad religiosa tiene años de trabajo y son los propietarios de este espacio, que junto al Estado provincial desarrollan articuladamente la tarea de cuidado de adolescentes que han vivido situaciones de vulnerabilidad social, y se encuentran embarazadas o con hijos a cargo”.

    La funcionaria destacó el trabajo que se lleva adelante en el DCI, acompañando a las adolescentes en su rol de madre y capacitándolas para que una vez que egresen puedan lograr una autonomía progresiva.

    BREVES