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  • Del aula a la aventura: alumnos de Ampimpa exploran la historia y belleza de Tucumán

    Un contingente de estudiantes recorrió la capital y El Cadillal con ojo de turista.

    El turismo es experiencias; es estar físicamente en un lugar, sumergirte en el ambiente, sentir su clima, escuchar sus sonidos y conectar con su cultura y su gente. Todo ello es imprescindible porque crea recuerdos y aprendizajes significativos. Hay que estar y hay que recorrer; eso es lo que hicieron los alumnos de la Escuela Secundaria de Ampimpa: se embarcaron en la aventura de ser turistas por un día.

    Este miércoles dejaron temprano los Valles y emprendieron viaje a “la ciudad”. La propuesta surgió como broche de oro a unas actividades propuestas por el Ente Tucumán Turismo (ETT). La comitiva estuvo formada por 18 adolescentes de último año de la Orientación en Turismo de la escuela; hace algún tiempo, los estudiantes fueron visitados en Ampimpa por el ETT. “Lo primero que hicimos fue ir al paraje. Los visitamos con el equipo y les dimos una charla que forma parte del programa ‘La Escuela de Turismo’, dirigido particularmente a escuelas secundarias con formación en turismo. En virtud de eso, y por pedido especial del contador Domingo Amaya, se desarrolló este viaje de estudio”, comentó Javier Tirone, jefe del Departamento de Formación Turística del Ente.

    Es que, ¿cómo entender y promover la industria sin vivirla de primera mano? Como tucumanos es necesario conocer lo propio para crear experiencias enriquecedoras para los viajeros. Y eso es lo que hicieron los jóvenes, gracias a la colaboración del delegado comunal de Amaicha del Valle, Paul Caillou, con el transporte. La visita empezó con un desayuno en las oficinas del ETT. Allí fueron recibidos por Amaya y por Inés Frías Silva, presidente y vicepresidente de la entidad, respectivamente. Luego de una cálida bienvenida y una nutritiva comida, los chicos realizaron una visita guiada por la Casa Histórica y por el casco histórico del centro tucumano.

    Luego de un pantallazo general por la historia aún latente de la ciudad, guías del Ente los acompañaron a visitar la Iglesia Catedral y la Basílica de Nuestra Señora de la Merced. Para dar cierre al recorrido céntrico, los chicos se admiraron con la imponencia de un monumento histórico nacional: la Casa de Gobierno. Allí pudieron recorrer las instalaciones de la estructura y caminaron los mismos pasillos que las autoridades provinciales.

    Pasado el mediodía y gracias al apoyo del delegado comunal de El Cadillal, Dante Delgado, los chicos partieron hacia un nuevo destino. Llegaron a la villa veraniega con un clima especial para disfrutar: allí almorzaron y realizaron una excursión en catamarán. Allí pudieron conocer de primera mano la historia de nuestros antepasados; visitaron el Museo Arqueológico El Cadillal (MAC) y se admiraron con las colecciones existentes, de culturas prehispánicas, y con la historia del Dique Celestino Gelsi.

    Y cuando todo parecía terminar, los alumnos se emocionaron con vistas privilegiadas de El Cadillal, desde los asientos de las aerosillas. También pudieron respirar naturaleza desde adentro con una caminata de trekking por el Cerro Médici. “Para los chicos fue muy importante la experiencia, desde el punto de vista del aprendizaje y desde su propia vivencia. Les sirvió para replantearse desde la teoría cómo trabaja el sector privado, en este caso los prestadores de servicio, con el sector público; y, sobre todo, para generar conciencia sobre la importancia del turismo como movilizador de la economía”, reflexionó el profesor Guillermo Balderrama al finalizar la experiencia.

    El docente resaltó que la propuesta les permitió a los estudiantes, por primera vez, conocer la provincia desde el ojo del turista. “A medida que hacíamos el recorrido ellos se sorprendían porque quizá habían ido a capital por algún trámite o de paso, pero jamás habían prestado atención a los lugares que visitamos. Tampoco se hubieran imaginado que El Cadillal sea así, ni que tuviera actividades como las que hicimos. Para ellos era un dique y nada más; ahí pudieron ver cómo llegaban los grupos, y entender que todo el año puede haber turismo y que se puede vivir de él. Esto es clave para la formación de los chicos; esta propuesta es interesantísima, porque promueve que nosotros, como coprovincianos, también conozcamos los atractivos que tenemos”, resumió.


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