La directora del Hospital de Aguilares, Karina Faccioli, contó que en ese centro asistencial “se viven semanas muy intensas, con mucho trabajo, porque es un hospital de segundo nivel de complejidad que se fue equipando en los últimas seis meses” para hacer frente a la pandemia.
Estamos controlando más de 120 pacientes de Covid-19 por día, en un sector exclusivo para esa atención con demanda espontánea. En cualquier momento el paciente que tenga síntomas o dudas puede consultar, no hace falta turno ni llegar a un horario determinado. Es una guardia diferente a la guardia general”, precisó la médica.
El hospital cuenta también con 30 camas críticas destinadas a la internación de pacientes con coronavirus. “En las últimas tres semanas tuvimos internados entre 25 y 26 pacientes todos los días”, añadió en referencia a la tensión del sistema.
La profesional explicó, además, que el impacto de la segunda ola tiene tres características: “la menor edad de las personas que llegan a internación; la gravedad de los casos y que a pesar de estar en terapia la mortalidad es muy alta; y por último, que son casos de segunda o tercera vez de algunos pacientes que se contagian”.
Un dato llamativo que sucede en los últimos días, explicó la infectologa, es que el grupo etario que el año pasado era la constante de internación no está requiriendo esa asistencia. “Pasamos semanas sin tener pacientes de 70, 80 y 90 años internados, que el año pasado eran frecuentes. Ahora la edad oscila entre los 25, 40 y 50 años”.
El comportamiento del virus es totalmente diferente al del año pasado. Desde la parte clínica estamos frente a otra situación y frente a otro comportamiento viral”, indicó.
Por último, recordó que el recurso humano para la atención es escaso y destacó: “Tenemos a la par un hospital modular que el año pasado se lo diseñó como plan B para el ingreso de más gente contagiada. Sin embargo, como ciudad no nos alcanzará si no nos ayuda la comunidad respetando las restricciones”.
