Adriana del Carmen Lazarte no quería vacunarse cuando abrieron el padrón de su franja etaria. Tenía miedo de que la inyección le produzca algún problema de salud a sus 54 años. Pero después de hablar con una vecina que había recibido la dosis se convenció y hoy alienta a todos a asistir al nodo.
Tengo una alegría enorme por haber sido vacunada. Al principio no quería, porque me decían muchas cosas. Pero me di cuenta que las vacunas son la última esperanza que tenemos. Hay que repetirle a la gente hasta el hartazgo que se vacunen, que se cuiden, que no hagan reuniones, porque a las consecuencias de todo eso las sufrimos los mayores”, resaltó Adriana.Juan Andrés Machado es de Córdoba, pero reside hace muchos años en Tucumán. Hoy asistió al nodo para vacunarse y dijo: “Es una alegría porque zafamos de este virus. Estoy muy emocionado, la vacuna es una esperanza. Los médicos y científicos estudiaron mucho para que tengamos esto hoy, por eso la gente que pueda tiene que vacunarse. La organización del nodo es impresionante y los enfermeros nos tratan con mucha amabilidad, los felicito”.