Esta patología es crónica, al igual que la hipertensión, la diabetes o ciertos problemas cardíacos. Suele presentarse en personas mayores de 60 años, y esto es lo que transforma al párkinson en una enfermedad de mayor riesgo si se contrae coronavirus.
“Los cuidados que deben tener estos pacientes son los mismos que sigue una persona sana. Lo primordial es vacunarse y tomar todos los recaudos posibles como ser: el uso del barbijo, el lavado de manos y el distanciamiento social”, sostuvo el profesional. "Ahora bien, si el individuo se contagia, va a necesitar del cuidado de un equipo interdisciplinario. Se hará en primer lugar un control con el neumonólogo, quien podrá indicar también estudios complementarios como una placa de tórax o tomografía. Si hiciera falta, recetará medicación específica para COVID-19", indicó.
“Los pacientes que están más complicados, aparte del seguimiento clínico, tendrán que ir también con el neurólogo que irá ajustando las dosis de párkinson. En principio, no habría ningún problema con la interacción de la medicación de COVID y la propia droga para el párkinson”, expresó Paiz.
Respecto a la experiencia del servicio de Neurocirugía, detalla que no fueron muchos los pacientes que estuvieron internados con COVID: “La mayoría de nuestros pacientes estaban vacunados y no pasó a ser algo grave. Esto nos muestra que la vacuna es la principal herramienta que tenemos para combatir esta pandemia y también para quienes tienen esta patología”.