Un hombre había denunciado   el robo de su celular, en horas de la madrugada, cuando viajaba en uber moto. El delito ocurrió en una esquina de la capital tucumana, a manos de dos malhechores que circulaban en otro motovehiculo.

Inmediatamente, los uniformados iniciaron tareas de averiguación y, tras rastrear la geo-localización del dispositivo, arribaron al domicilio de uno de los atracadores, quien negó rotundamente haber perpetrado el mencionado delito. Ante ello, el personal solicitó medidas de allanamiento para, posteriormente, regresar y registrar el lugar. Sin embargo, horas después de ese mismo día, el acusado se comunicó con el propietario del objeto sustraído exigiendo una determinada suma de dinero a cambio de la entrega del celular, instancia que este aceptó en coordinación con la Policía.

Una vez pactado el encuentro, la víctima llegó acompañada de un equipo de agentes quienes se ubicaron, de manera encubierta, en posiciones estratégicas y, aunque el acusado no arribó al lugar, hizo entrega voluntaria del teléfono a través de un medio indirecto.

El aparato fue devuelto a su dueño, según lo dispuesto por la Unidad Fiscal actuante, y la Policía continúa las tareas abocadas a detener a los responsables.