• Desarrollo Social
  • Garantizan la seguridad alimentaria de 260 alumnos y sus familias en Amaicha del Valle

    En la Escuela Nº 10, Claudio Vélez de Cano, se inauguró formalmente el comedor escolar de verano.

    El secretario de Articulación Territorial y Desarrollo Local, Francisco Navarro, brindó detalles de la visita.

    Entre las más de 600 escuelas que cuentan con comedor escolar en Tucumán, el ministro de Desarrollo Social, Gabriel Yedlin, visitó la Escuela Nº 10, Claudio Vélez de Cano, ubicada en la localidad de Amaicha, para inaugurar formalmente el comedor escolar de verano, una continuación del proceso anual.

    Se trata de un proceso articulado con el área de Educación para garantizar la continuidad de la seguridad alimentaria a los 260 alumnos de la escuela y sus familias.

    En cuanto a lo estrictamente educativo, y adaptándose a las herramientas de conectividad de cada niño y niña, las clases se cumplieron gracias al ingenio del cuerpo docente y la predisposición de las autoridades que recurrieron a la radio comunitaria del lugar. Yedlin estuvo acompañado por el secretario de Articulación Territorial y Desarrollo Local, Francisco Navarro; el secretario de Gestión Administrativa, José Gandur; la secretaria de Niñez, Adolescencia y Familia, Lorena Málaga; la secretaria de las Mujeres, Géneros y Diversidad, María del Carmen Carrillo; y la supervisora del área del Ministerio de Educación, Fabiana Teves.

    Al respecto, Navarro indicó que “por decisión del gobernador Juan Manzur y del ministro Gabriel Yedlin, por quinto año consecutivo se concretó la apertura de los comedores escolares de verano”. La política pública abarca a 600 escuelas, 100 mil niños y niñas, y representa una inversión cercana a los 140 millones de pesos.

    En representación de la escuela y de su director, Juan Carlos Ale, estuvo Miriam, docente y pilar fundamental de la institución. Agradecida por la visita de los funcionarios para la apertura del comedor de verano, comentó que “la escuela cuenta con comedor todo el año. Lo mantenemos por la situación que vive cada familia”.

    Respecto del dictado de clases, explicó que surgió a raíz de que no todos contaban con los recursos de conectividad necesarios para realizar otra modalidad. “Para ejecutarlo, acordamos con las familias del comedor, como así también establecimos juntos los horarios. Desde abril comenzamos con alguna que otra duda porque el mundo de la radio era nuevo para nosotras que somos docentes, pero terminó siendo un excelente logro”, celebró.

    Finalmente, manifestó que mediante el comedor lograron no cortar el vínculo con las familias y estar al tanto de las necesidades de los chicos.

    Por su parte, Guadalupe y Andrea, madres de alumnas y colaboradoras del comedor, comentaron que se sumaron desde el comienzo de la pandemia, que trastocó los planes y dificultó la asistencia de algunas cocineras. “Esto es para que los niños tengan la comida del día. El comedor no cerró ni los feriados”, dijeron. Para concluir, subrayaron que “se cubrieron las necesidades de cada padre. También se asistió a gente adulta que, pese a no tener niños en la escuela, recibió un plato de comida”.

    BREVES