• Análisis
  • Yedlin destacó las políticas públicas de seguridad alimentaria en la pandemia

    El ministro de Desarrollo Social realizó un balance un año del inicio de cambios en el mundo producto del Covid-19.


    Pasó poco más de un año del comienzo de la pandemia en Argentina. El país se paralizó. Las dificultades económicas de todos los sectores se recrudecieron. La pobreza entre los grupos más vulnerables incrementó. Desde el Estado nacional y provincial se hizo un gran esfuerzo para sostener a todos los sectores sociales y hoy, en las puertas de la posible segunda ola, Argentina volvió a funcionar casi en su totalidad.

    Para referirse a esa situación, el ministro de Desarrollo Social, Gabriel Yedlin, resaltó que “fue un año muy intenso. Si bien la atención estuvo puesta en Salud, desde el comienzo, los trabajadores de Desarrollo Social fuimos considerados esenciales mediante el decreto del gobernador Juan Manzur”.

    Lo que estaba planeado en el cronograma anual tuvo que modificarse y acomodarse a la coyuntura. En ese sentido, se redobló el esfuerzo en materia de cuidado. Se trabajó fuertemente en los dispositivos para menores sin cuidados parentales y se sostuvo la modalidad de comedores escolares mediante la implementación del sistema de viandas. “Sufrimos contagios. Fue muy complejo, pero estuvimos todo el tiempo trabajando cerca de la gente”, aseguró el funcionario.

    Las políticas públicas de seguridad alimentaria del Ministerio de Desarrollo Social, comedores escolares y tarjeta alimentaria, se mantuvieron activas. “En algunas escuelas sostienen los comedores (viandas), en otros lugares módulos alimentarios mensuales. Tuvimos mucho acompañamiento de los directivos de las escuelas, del Ministerio de Educación en general y de los gobiernos locales”, resaltó.

    En la actualidad, Nación aumentó en un 43% la partida a comedores escolares, una cifra que permitirá llegar a 1000 escuelas, 300.000 niños, niñas y adolescentes. 500 mujeres de Potenciar Trabajo desarrollaron tareas en las cocinas durante la pandemia. Otras 500, que se formaron como cuidadoras de la primera infancia, trabajaron en nuestros institutos cuando hubo bajas del personal.

    El Ministro reconoció que “aumentaron las dificultades: violencia contra la mujer, la violencia intrafamiliar. Claramente la pandemia nos afectó a todos”.

    Respecto de la violencia social, la que se percibe incluso en las calles, expresó que “somos una sociedad que debemos ser mejores. Deberíamos reflexionar en tratarnos mejor. Poder darnos cuenta de que a la violencia la generamos un poco entre todos. El tema de la grieta genera mucha violencia”.

    Otro de los grandes problemas fue sin dudas el aumento de la pobreza. Sobre eso, Yedlin manifestó que “uno ve que no alcanza, pero el Estado está cerca de las familias vulnerables. La salida debe ser con trabajo. Tenemos que lograr que haya inversiones que generen trabajo. Y a través del trabajo y del ingreso genuino que tengan las personas alcance para poder vivir”.

    También reconoció el trabajo de las organizaciones sociales en los barrios. “Tienen una solidaridad enorme, junto a ellas pudimos mantener la paz social dentro de la tragedia social que fue el macrismo y empeoró la pandemia”.

    Discapacidad

    Desde que comenzó la gestión de Alberto Fernández, volvió a ponerse en agenda la temática de Discapacidad. En tal sentido, el Ministro dijo que “el área de discapacidad es un sector muy vulnerable de todos los estratos sociales. Peor cuando son discapacitados y pobres, se complejiza la situación”.

    En Tucumán hay cerca de 200.000 personas con discapacidad y 62.000 Pensiones por Discapacidad están destinadas a discapacitados de entornos pobres. “Hay un atraso que generó la gestión anterior. Firmamos un convenio con el director de la Agencia Nacional de Discapacidad, Fernando Galarraga, que reactivó la entrega de pensiones. Desde el fin del año pasado hasta esta altura del mes habrán vuelto a llegar a Tucumán 3.000 pensiones. Estamos contentos porque las pensiones son un derecho para las personas con discapacidad”, celebró.

    La pensión no implica solo el cobro de un monto de dinero, sino que se habilita un financiamiento para un programa llamado Incluir Salud mediante el cual pueden acceder a tratamientos, cuidados, rehabilitaciones, centros educativos terapéuticos, entre otras necesidades.

    “Las pensiones tienen enorme perspectiva de género, porque cuando la persona con discapacidad no tiene acceso a dispositivos de cuidado, la que queda a cargo es la mamá, la hermana que deja su proyecto de vida a los fines de cuidar a las familias”, puso de relieve el Ministro.

    BREVES