El Ministerio de Desarrollo Social, a través de sus reparticiones y articulando con organizaciones de la sociedad sigue acompañando y fortaleciendo los refugios para mujeres en situación de violencia, que son cinco en el Gran San Miguel de Tucumán.
En la mañana del martes, el ministro Gabriel Yedlin visitó el lugar de contención ‘Vilma Rivero’, que pertenece a la Organización 17 de Agosto -ubicado al Norte de la Capital tucumana- y alberga a madres víctimas de abuso, junto a sus hijos. En este trabajo interrelacionado, los ingresos al lugar se realizan a través del Observatorio para Mujeres y Violencias por razones de Género, que depende de la Secretaría de las Mujeres, Géneros y Diversidad.
El Estado contienen a las víctimas hasta tanto culminen sus procesos judiciales y puedan reinsertarse en sus familias o ser derivadas a una institución de cuidado.
En ese sentido, Yedlin precisó que “ya tenemos cinco refugios en la provincia”. También, afirmó que “el Estado claramente es responsable y en el caso de la violencia nos hacemos cargo de las cosas que nos corresponden”.
En referencia a la Organización 17 de Agosto, Yedlin destacó: “Tuvieron la sensibilidad y el entendimiento de que un problema de su barrio y de la gente con la que trabajan es la violencia de género y abrieron un refugio con el cual articulamos y colaboramos para sostener esta enorme y generosa oportunidad para víctimas de violencia”.
También, el funcionario recordó que “todas las mujeres que sufren violencia de género pueden acercarse al Observatorio de la Mujer, que funciona en el Hospital Centro de Salud (av. Avellaneda 750), sin denuncia previa, para que un equipo de profesionales las asesore y cuide”.
Para concluir, resaltó que “por intermedio del gobernador, Osvaldo Jaldo, y del jefe de Gabinete, Juan Manzur, estamos avanzando en el armado de un Centro Territorial para la Mujer, con el apoyo del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación, y ya estamos en etapa de licitación”.
El titular de la cartera Social estuvo acompañado por el secretario de Articulación Territorial y Desarrollo Local, Francisco Navarro; la asesora de Género del Ministerio, María del Carmen Carrillo; el secretario de Niñez, Adolescencia y Familia, Bruno Medina; la directora del área, Myiriam Martini; y Florencia Cinto, del Observatorio de las Mujeres, quienes fueron recibidos por Rosana Quinteros, referente del refugio.
Luego, Navarro compartió: “Fortaleciendo las capacidades de la Organización 17 de Agosto con la cual hace tiempo venimos trabajando desde la Dirección de Organización Comunitaria y la Secretaría de la Mujer en esta vinculación con Roxana, con el acompañamiento siempre del Gobierno de la provincia”.
El refugio cuenta también con un programa de capacitación mediante el cual siete mujeres se sumaron al programa Acompañar y se están perfeccionando en materia de cocina.
Por su parte, Carrillo dijo que “desde el Ministerio estamos trabajando con ellos (la organización) coordinadamente” y agregó que “fueron muy útiles este año albergando a las chicas y eso realmente hay que destacarlo”. En ese sentido, opinó que “este es un espacio que va mejorando y esto es lo que debemos hacer, coordinar entre el Gobierno y los movimientos para que siga funcionando”.
A su turno, Cinto explicó cómo articula el Observatorio con el refugio: “A partir del dispositivo de Atención en Crisis se captan todas las situaciones de violencia fuera de los horarios de servicio durante los fines de semana y puede articular con dispositivos de protección para albergar a mujeres en situación de riesgo con sus hijos pequeños hasta que esté garantizada la seguridad de ellas”.
Para terminar, Roxana indicó que “nuestro trabajo oficialmente comenzó en julio de 2021. Recibimos mujeres víctimas de violencia de género y la articulación es directamente con el Observatorio y la Secretaría de la Mujer donde hacemos todo el seguimiento y acompañamiento de las personas que asisten acá”.
Finalmente, detalló que desde la puesta en marcha del dispositivo hasta la fecha recibieron 18 mujeres y 25 niños. “Generalmente, las chicas que llegan acá están entre cuatro y quince días como máximo y luego son derivadas a sus familias o instituciones para su acompañamiento”, concluyó.
