La policía rescató ocho gallos de riña que estaban encerrados en una jaula de pequeñas dimensiones. Los mismos presentaban evidentes cicatrices y lesiones.
El secuestro de estos animales fue realizado por efectivos de la División Delitos Rurales y Ambientales Capital tras el pedido de colaboración del personal de la Comisaría Alderetes, quienes estaban cumpliendo con una orden de allanamiento en un domicilio ubicado en calle Alurralde por una causa de amenazas agravadas.
Cuando irrumpieron en el lugar se dieron con la novedad de estos animales mal cuidados y además, hallaron un brete lo que indicaría que se realizan riñas clandestinas, práctica que esta prohibida en nuestra provincia.
La Justicia avaló el secuestro y ordenó el reguardo de las aves.