
La reumatóloga del servicio de Reumatología y encargada del aula homónima de la Escuela de Pacientes del Hospital Avellaneda, doctora Alejandra Pereyra, se refirió al frío y las enfermedades reumatológicas, a la vez que ofreció recomendaciones para protegerse del mismo y sus efectos en los pacientes.
El frío, indicó la profesional, produce vasoconstricción, es decir, el estrechamiento de los vasos sanguíneos, lo que reduce el flujo de sangre y aumenta la resistencia vascular periférica: “En este contexto hay una menor irrigación en la circulación terminal y muchos pacientes padecen de una enfermedad que se llama Fenómeno de Raynaud, que se caracteriza por una vasoconstricción exagerada de los vasos sanguíneos, especialmente en los dedos de manos y pies, en respuesta a bajas temperaturas o estrés emocional. Es por esto que los pacientes deben protegerse del frío en general”.
Siguiendo esta línea, Pereyra destacó la importancia de que los pacientes reumáticos no dejen de realizar actividad física y de hidratarse debidamente: “La población tiende a beber menos líquido en invierno y es fundamental concientizar para que los pacientes sepan que deben hidratarse igual todo el año, hacer ejercicios de precalentamiento y rutinas en lugares seguros y cerrados si está nublado y, en el caso de que haya sol y temperaturas más templadas, pueden salir a caminar a la vía pública, a una plaza y recibir -protección solar de por medio- el necesario aporte de vitamina D que protege a los pacientes reumáticos de formas más severas de artritis o episodios de dolor, a la vez que previene la osteoporosis”.
Respecto de la protección a tener en cuenta ante el brusco descenso de temperatura, la especialista recomendó el uso de ropa abrigada, guantes de polar o de piel, prendas de telas suaves como el plush o el algodón.