
El evento forma parte del Festival de Artes Visuales – Tucumán Arte y está organizado por la Dirección de Artes Visuales y el Museo Provincial de Bellas Artes Timoteo E. Navarro.
En la Sala Lola Mora del Ente Cultural, quedó inaugurado el 52° Salón Nacional de Tucumán, uno de los certámenes más relevantes del país para las artes visuales contemporáneas. El evento forma parte del Festival de Artes Visuales – Tucumán Arte y está organizado por la Dirección de Artes Visuales y el Museo Provincial de Bellas Artes Timoteo E. Navarro.
El Salón, que en esta edición recibió 466 postulaciones y seleccionó 20 obras, constituye una política cultural sostenida que ha permitido al Museo Timoteo E. Navarro construir un acervo de casi 1.000 obras, reflejando no solo la producción artística de Tucumán, sino de artistas de diversos puntos de Argentina.
El presidente del Ente Cultural, Humberto Salazar, destacó que el Salón se ha consolidado como un espacio esperado por la comunidad artística y el público:
Este encuentro anual sostiene nuestro calendario cultural y genera una dinámica que involucra a artistas, instituciones y públicos. La selección de 20 obras entre más de 400 postulaciones refleja la diversidad y vitalidad de la escena artística actual.
En la misma línea, Juan Bracamonte, director de Artes Visuales, señaló que la continuidad del certamen permite fortalecer el patrimonio del Museo y construir memoria colectiva:
“Cada edición incorpora obras que cuentan la historia de Tucumán y de Argentina con sus luces y sombras. Se trata de un relato visual en permanente construcción que hoy ya suma cerca de mil piezas.”
Para Sol Rodríguez Díaz, encargada del Museo Timoteo E. Navarro, el valor del Salón es doble:
Por un lado, garantiza el acceso de los tucumanos y tucumanas a la cultura; por otro, legitima a nuestros artistas en un marco nacional, insertándolos en la reserva de un museo que preserva y narra nuestra historia.
El desafío del jurado:
Los miembros del jurado coincidieron en subrayar el enorme desafío que implicó la selección, dada la calidad y la diversidad de las más de 460 propuestas recibidas.
Sebastián Rosso destacó que el mayor reto del Salón es “lograr una muestra lo más representativa posible de la escena actual de las artes plásticas”. Subrayó la importancia de mantener un equilibrio entre artistas locales y nacionales —“prácticamente un 50/50 este año”— y de garantizar la diversidad generacional: “Una escena vital se construye cuando conviven artistas con trayectorias largas junto a jóvenes que recién empiezan; nos nutrimos mutuamente y eso fortalece al campo artístico”. También remarcó el valor de que el Museo Timoteo Navarro continúe adquiriendo obras para su acervo: “El patrimonio es un documento vivo que cuenta nuestra historia. Así como conservamos a Ignacio Baz o a Lola Mora, debemos ser conscientes de que hoy estamos escribiendo el legado de 2025”.
Para Sofía Noble, la importancia del certamen radica en el espacio de encuentro y reconocimiento que ofrece tanto al público como a los creadores: “Más de 400 artistas presentaron sus trabajos, y esa generosidad de compartir no solo su tiempo y creatividad, sino también un esfuerzo económico, merece ser celebrada. El Salón es, sobre todo, un lugar para que las obras dialoguen con la comunidad”.
Por su parte, Javier Soria Vázquez remarcó el carácter riguroso de la selección: “De casi 470 propuestas, solo 20 fueron elegidas. El recorte es necesariamente estricto, pero busca una lógica que permita mostrar distintas miradas de lo que hoy se produce en el país. El altísimo nivel de las obras presentadas hizo más ardua la tarea, pero también demuestra la vitalidad del arte contemporáneo argentino”.
Los premios adquisición:
Los tres premios adquisición de este año quedaron en manos de artistas de gran proyección:
Primer Premio: Umbral, instalación de Alejandra Galván, quien expresó: “Lo recibo con sorpresa y gratitud, agradeciendo al jurado y a la institución por sostener una premiación tan importante para nosotros, los artistas.”
Segundo Premio: Alameda, obra de Agustín González Goytía, inspirada en una acuarela del siglo XIX de Ignacio Baz. “Es un honor enorme que mi trabajo dialogue con la memoria urbana de Tucumán y sea distinguido entre tantas propuestas valiosas.”
Tercer Premio: Falsa Escuadra, de Gaspar Núñez, quien compartió: “Estoy muy agradecido con las autoridades, el jurado, mi familia y amigos que siempre me apoyan en este camino artístico.”
Las obras premiadas y seleccionadas pueden visitarse de manera gratuita hasta el 10 de octubre en la Sala Lola Mora (San Martín 251).